lunes, 21 de noviembre de 2011

Tirate un paso, discos del mes parte 1

Hurry up, We're Dreaming! de M83


Con M83 se podría decir que comencé mi viaje a la indie-gamia (?) con el álbum "Kim and Jessy". Se podria hasta decir que es todo culpa de ellos (?) Pero quien no se enamora de una canción que se llama We own de Sky y que es presentada con un video como este ??







Ningun chico sensible debería (?). 
De lo nuevo, esta critica de los In Rocks no podría haberlo expresado mejor, 

Después de hacernos tocar el cielo con las manos en Saturdays=Youth (“Kim & Jessy” sonaba exactamente como si My Bloody Valentine hubieran decidido ir 100% al pop), el francés Anthony Gonzalez se propuso llevarnos aún más alto. Hasta el momento, toda su carrera había hecho gravitar su facilidad para el pop hacia lo más amable del indie de los ochenta. Hoy su universo referencial da el salto hacia el mainstream. Ya no estamos escuchando a los Cocteau Twins filtrados por la sensibilidad contemporánea de un bedroom producer, sino que ahora el proceso es aplicado al sonido grandilocuente al pedo de, digamos, Simple Minds. El resultado no puede sino ser sublime. En un tratado célebre, Kant explica que lo sublime es distinto de lo bello: un atardecer es bello, una tormenta es sublime. Lo sublime combina el goce con el espanto: es sobrecogedor. Gonzalez lo encuentra en su búsqueda impenitente de un sonido épico: esas baterías que explotan como truenos, las cascadas de sintetizadores, los coros con el reverb de una catedral, el slapping bass, ¡el solo de saxo!, todo se combina para forjar algo que podríamos bautizar como dream pop de estadios. Es una gigantesca estructura de cristal, tan grande, tan gloriosa y tan frágil que incomoda. Así como Umberto Eco explica lo sublime del film Casablanca por el exceso de lugares comunes, se puede decir algo similar de este disco: es el conjunto de tracks más sobreproducidos de la FM de los ochenta reinventados con plena conciencia de que se trafica con clichés –es decir, con algo de ironía pero con mucha más devoción. Aunque el corte “Midnight City” es uno de los mejores del año, no todos los temas están a la altura, pero pensar que en este disco doble hay escondido uno simple genial es errar el punto. Se trata de la construcción de algo excesivo, épico, olímpico, y eso no se logra en veinticinco minutos. Dicho esto, hay que reconocer que hablamos de un gusto adquirido. Aquel que todavía conserve los álbumes de Frankie Goes to Hollywood, Art of Noise y Act y todavía no haya escuchado este disco, tiene un gran fin de semana por delante. / Hernán Ferreirós (LosInrocks)

El primer single! (suuuublime)




y otro de mis preferidos




No hay comentarios:

Publicar un comentario